jueves, 3 de diciembre de 2015

INSEGURIDAD NORMAL Y PATOLÓGICA

A muchas personas la intensidad de su malestar les hace creer que su caso particular es especialmente grave y además prácticamente insoluble, debido a los muchos ensayos infructuosos que han realizado para alejar de sí esa inseguridad.
En primer lugar, hemos de señalar que no existe ninguna clara demarcación que señale con precisión el punto en que acaba lo normal y empieza lo patológico. Es evidente que en sus extremos el dictamen no ofrece dudas, pero en el inmenso campo que queda en medio de tales extremos hay lugar para todos los grados, de modo que en muchísimos casos es una cosa muy relativa el situar un caso en una u otra demarcación.
En segundo lugar, hemos de precisar que es un hecho reconocido por la mayor parte de los psiquiatras en general y por la totalidad de los que siguen una orientación psicoanalítica, que en nuestra sociedad es totalmente imposible no estar afectado por numerosos problemas interiores, ya que la formación social que recibimos y a la que hemos de adaptamos obligatoriamente. 
En tercer lugar, conviene saber que una persona puede tener cualquiera de esas clases de inseguridad que hemos citado, o las tres juntas, en grado muy agudo, y, no obstante, continuar siendo una persona perfectamente normal. Si bien la existencia de la inseguridad señala que algo anormal o inadecuado está ocurriendo dentro de la persona, está muy lejos de significar que tal persona sea anormal.


                                                            AUTORA:SANDRA SANCHEZ SANCHEZ 

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